Tu año empieza con el curso. ¿Has pensado en pasarte a los juegos infinitos?
Cuando cambia el año, haces balance, y te propones cambiar cosas.
Para ello, vas a tener que mover el culo, y en ocasiones, con acciones diferentes.
Que el 1 de enero cambie el año, lo impuso el emperador romano Gregorio.
¿No tendría más sentido, comenzar con lo que te propones tras las vacaciones, con más meses por delante?
Y, reevaluar con las uvas, si quieres.
Bueno, con esta idea, hay quien te aburre con 9.000 palabras, pero aquí te doy más.
Ahora, te podrías proponer algo del tipo:
· Bajar los kilos que cogiste en verano.
· Ahorrar X dinero para el siguiente año.
· Encontrar pareja.
· Que te den ese faquin ascenso.
Y claro, esto tiene una brecha como la del Titanic.
Todos son juegos finitos.
El término lo acuña Simon Sinek, para:
· Las acciones que tienen un objetivo determinado (como sacarte el carnet) o rivales a batir (la carrera de MotoGP).
· Hay reglas y están preestablecidas (las conozcas o no).
· Un par de ejemplos más: discutir por reformas en la comunidad de vecinos y superar la vuelta al cole de los críos.
También, existen los juegos infinitos:
· Son en los que compites solo contra ti.
· Seguir jugando es el objetivo. La competición va paralela a tu vida.
· Las reglas y formas de evaluarte son bajo tu criterio interno.
· Ejemplos: tu autoestima y la forma en la que administras tu tiempo.
¿Y qué pasa si llevas tus juegos finitos a infinitos?:
· De bajar los kilos que cogiste en verano, a tener hábitos sostenibles de alimentación y actividad saludables (para evitar el efecto rebote).
· De ahorrar X dinero para el siguiente año a tener un sistema de control de gasto, ahorro e inversión (para que no tengas que penar cada poco).
· De encontrar pareja (y que bajo ese simple criterio te valga cualquiera), a tener solo buenas relaciones de crecimiento mutuo.
· De que te den ese faquin ascenso a ser un profesional referente y de valor (y que la vaselina no sea lo que te abra posibilidades).
A ver, nada en contra de un objetivo concreto, como sacarte un título, que te abre unas puertas.
Pero dejarlo ahí, es jugar finito.
Si te apoltronas y no avanzas más, te quedas en la (miope) zona de confort del corto plazo.
Tomártelo, como solo una parte de tu educación, te dará frutos de por vida.
El juego finito de arreglar un pinchazo vital, lo puedes trasladar a juego infinito:
· Porque siempre habrá otros pinchazos.
· Puede que se den varios a la vez.
· Algunos, serán más difíciles de reparar.
Para hacerlo de forma efectiva (rapidito y metiendo la energía justa), tómatelo como el dormir, algo asiduo. Y de ahí, terminas sacando un talento que aportar.
El desarrollo personal es un juego infinito.
Parece que no pide pan, hasta que sube el nivel de la mierda.
Entonces se vuelve urgente, y querrás salir de ahí como sea.
La idea es que siempre baje, porque te estás ocupando.
Si quieres que te acompañe y forme con tus juegos (siempre trataremos de proyectarlos a infinitos):
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Un abrazo,
Manu
PD 1: Si quieres saber más sobre objetivos y hábitos, pincha en el enlace.
Y para más sobre propósito o proyecto de vida, aquí.
PD 2: Profundizaré más sobre este tema en el siguiente artículo, y puede que, de forma polémica.
No te lo pierdas.
PD 3: Un plazo interesante para ver los cambios es un 1% de tu vida.
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