Caso real: ¿Cómo dejar de sufrir por ir contracorriente?
Es un caso real, de una sesión reciente.
Como en las pelis, los detalles son omitidos por privacidad del implicado.
Pues bien, para él, la sensación que inundaba sus días era la de “remar a contracorriente”.
Pese a tener la certeza de navegar en la dirección adecuada, siguiendo su estrella Polar, llevaba la soledad por bandera.
La falta de compañía en la travesía era un ancla.
Se veía como un luchador contra los elementos (los de 2 patas y los naturales).
No se podía decir que surcara las aguas de su vida de forma cómoda.
Y “la otra gente”, en muchos momentos, era hasta molesta.
— O me aportas, o te apartas!!!
Se presenta una sensación de división:
• De “yo contra el mundo”.
• De “no entiendo cómo puedes pensar así”.
• De “mejor solo, que a la deriva con ellos”.
• De: ¿por qué nadie va con la caña?, si a río revuelto, ganancia de pescadores…
Separado de sus compañeros, amigos, familiares,… JODIDO-INCOMPRENDIDO.
Como somos seres sociales, no queremos que se nos alejen.
• Si no vas del rollo de los del trabajo, te aíslan.
• Si no participas de lo que dispongan los amigos, te abandonan.
• Si no eres uno más del clan familiar, te rasgas en un cisma interno... al dejar de ser y hacer, aquello por lo que te han querido.
No mola arriad las velas en soledad.
Hay un anhelo por surcar los mares en compañía de la gente a la que más quieres.
Pero es que estos seres queridos no se dejan, se resisten.
Se amarran, con sus miedos, fidelidades y apegos, al mástil como Hércules, desoyen tus cantos de las nuevas verdades.
Bueno, el mapa que lleva al tesoro no parece muy apetecible, ¿verdad?
¿Sería mejor aguantar la crisis vital de “hacer lo que hace el resto”, sin darte sentido?
Ojo, que eso cuesta la salud en la mayoría de los casos.
¿Verdad que, ante semejantes nubarrones en el horizonte, no promete una travesía agradable?
Con resultado entre mareo y naufragio.
Salvo si puedes cambiar la percepción de tu momento vital…
Mi planteamiento en la sesión fue:
— ¿Y si realmente no estuvieras a contracorriente y lo que eres es “punta de lanza”?
“Contracorriente” es un río que no te quiere dejar, con los tuyos yendo hacia otro lado.
Posturas irreconciliables… a menos que te rindas o vire alguien y te acompañe…
Ser punta de lanza es:
• Ir en la flota de avanzadilla.
• Surcar los desafíos para facilitarlos a otros.
• Tener el control de un destino que suma al resto.
• La fe en que tu visión es correcta, sin desdeñar a nadie.
Y tú, ¿cómo te sientes?
A merced de las corrientes, contra viento y marea, en proceso de virar hacia nuevo rumbo, buscando vientos para liderar un cambio…
En cualquiera de estas (y otras) situaciones, puedes necesitar de instrumental de navegación del bueno.
El destino seguirá siendo tuyo, pero puedo acompañarte a que llegues a puerto seguro, atravesando la tormenta.
Si quieres que te acompañe, primero hay que suscribirse en la cajita tras el artículo y luego me contestas a cualquiera de los correos que te mando.
Es por temas de privacidad y seleccionar navegantes comprometidos.
Un abrazo,
Manu
PD 1: Te confirmo que el implicado eligió considerarse ser Punta de Lanza.
PD 2: No hay viento bueno para quien no sabe dónde va. - Sócrates.
PD 3: Se van apretando de fechas. Se reserva por riguroso orden de abordaje.
P.D. 4: Esto se lo mando a mis suscriptores.
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