¡¡Advertencia, estirpes de cuidadoras andan sueltas!!
Hay un tipo de familia que genera una determinada pertenencia, una lealtad al mensaje “eres una de las nuestras”.
Y antes de abordar el temazo, un ejemplo.
Miras la foto y ves la abuela, la madre y la hija. Unidas por un hilo, no tan invisible, que va más allá de los genes:
A la abuela, le volvió un marido chafado por la guerra. Taciturno de vaso lento y mirada gacha.
Ella sacó la familia numerosa adelante.
La hija, se casó con un “buen hombre”, de salud quebradiza y ánimo relajado.
Ella sí pudo con el negocio y la casa.
La nieta, eligió una pareja infantilizada. Un niño grande, que salió de su madre, para casarse con la sustituta.
Ella está tirando de la relación y ha decidido que tendrán hijos.
¿Qué ves común entre ellas?
Ese, “eres una de las nuestras” no es gratis.
La pertenencia tiene un premio:
Se sentirán poderosas, resilientes y con control (ilusorio).
Desarrollarán habilidades, sobre todo las de cuidado.
Se sentirán dignas y bienvenidas al clan.
Y un precio:
Sufrirán el desgaste de dar siempre.
No podrán compensar la energía de la pareja, por lo que vivirán frustradas. Acarreando, con lo que al otro, debería salirle más fácil.
No serán libres de su destino, atadas al linaje.
El temazo en tres claves para que te lleves:
1.- El alimento al ego.
Hay un “puedo con todo”, con recompensa en sentirse amada, imprescindible y admirada.
Un ego inflado, pese a una espalda dolorida, de cargar tanto.
Son la columna que vertebra la familia y la sostiene, aguantando todo el peso.
El desbalance no paga nunca en salud.
2.- La prisión de estar sobreimplicada.
La sobre-implicación viene de tener que compensar la energía ausente o anulada del masculino.
Ocurre en la familia, pero se lleva al trabajo.
Esas mujeres, de abrazos fuertes “de amor”, sostienen a hombres endebles.
Hasta se llegan a buscarlos débiles, para exaltar esa tensión que apuntala, lo que da sentido a sus vidas.
¿Quién necesita un príncipe azul cuando puedes tener un principito en pañales?
3.- Perpetuar el patrón.
Wonder Woman fue la abuela, “no le quedo otra”, pero se perpetúa honrando su fuerza.
Estas mujeres, han destinado su poder personal al cuidado de otros, en lugar de explorar su propio destino.
Que claro, es incierto y menos reconocido.
Y algunas de ellas, criarán hijos flojos y mimados a los que proteger, e hijas con el chip de “eres una de las nuestras”.
Linaje 🧬 o libertad ✊: Hacer aquello para lo que las han programado o decidir por un futuro diferente, en el que puede ser algo distinto a una cuidadora sufriente.
Jugar a la pertenencia, ¿es un acto de amor en la cuerda floja o/y una trampa que no permitirá ser cualquier otra cosa?
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Manu
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