Método MAG™️ - CONTAR. Un ejemplo de recorrido completo.
Tienes una versión en audio bajo estas palabras y, justo a continuación, en texto.
CONTAR un ejemplo, lo deja todo más claro.
Perteneciente a la serie de artículos Método M.A.G.™️, con el que realizo procesos de acompañamiento:
Te voy a contar un ciclo de experiencias,
todas ellas complejas,
todas ellas muy personales,
de un proceso con el método M.A.G.™️.
De una forma ligera, que no te pese.
Sin contar las vivencias de clientes concretos, con nombre y apellidos.
Esos temas son privados, no se cuentan.
Y también porque, en un artículo,
contar ciertas cosas supone simplificar,
que no entiendas las motivaciones,
que no comprendas el dolor,
que no era fácil para esa persona.
Lo que sí puedo contar, es que hay enganches con el pasado, con la historia familiar.
Puedo contar que hay dificultades y te paralizan la vida.
Puedo contar que hay cosas personales que sacar a la luz.
Puedo contar que hay patrones que no te funcionan.
Puedo contar que hay pensamientos que alinear hacia tu norte.
Puedo contar que hay emociones que surfear.
Puedo contar que hay intención de ir a por algo tuyo.
Ahora, te prefiero contar un tema más light (quizás hasta sonrías).
Para que tengas idea, que te lleve a superponer tu propia historia.
Que de esa forma, no sientas que esto es una receta.
Que superar cosas, cosas que cuestan, SE PUEDEN SUPERAR (o no).
Con un acompañamiento, o al natural, así sin hacer nada.
De manera orgánica, o artificiosa y que se te repitan.
Adaptada a tu vivencia, o con la receta del gurú de gomaespuma de turno.
Capacidad de atajar tienes, “pastilla mágica”: NO; atajo: SÍ.
Los hay de distintos tipos, como el acompañamiento que practico, o el del ejemplo.
Que es un “zarandeo” de la vida, de cuando te sacude fuerte.
Y te lo voy explicando en términos sencillos.
Nada de humo, espejos, apretar el culo y soñar alto.
Te cuento, el “zarandeo” de Gizmo.
— ¿El de la peli ochentera Gremlins?
Sí, el bicho adorable que parecía un peluche.
De no haber la visto, aquí es cuando empieza el espóiler.
Atención, coge palomitas, da al “play” en el vídeo y empezamos:
"M": Movilizar la vida (poner paz en tu pasado y desbloquear tu presente).
En los primeros compases de la película, se deja entrever que se ha superado una situación muy difícil:
Limitado en su sustento a caprichosos horarios,
Obligado a no saciar su sed.
A no lavarse (tenía que oler a sobaco de Yeti…).
A la penumbra.
A la ausencia de aire fresco.
A vivir oculto.
A estar encerrado.
Y alejado de todo.
No se explica en la película, pero debió poner paz en esta situación (o síndrome de Estocolmo).
El hecho es, que ya no vive mal estar así.
En algún punto, debió aceptar lo sucedido y las posibilidades que se presentan.
Los acontecimientos ya no son destructivos para él.
El “trabajo” que Gizmo hizo consigo mismo, sigue sirviendo para cuando:
fue sacado a escondidas de este entorno,
fue objeto de tráfico de animales,
fue obligado a reproducirse contra su voluntad…
Vamos, que llevar bien esto, es de criatura bien asentada en la vida.
"A": Aumentar tu bienestar con Auto-conocimiento.
Nuestro protagonista se conoce, muy bien.
Sabe lo que sienta mal.
Sabe lo que sería un tropiezo.
Sabe lo que sería una tragedia.
Atiende a su equilibrio.
Ni se acerca a la luz brillante, ni quiere mojarse, ni quiere comer fuera de hora…
Con una base potente de observación, reconoce sus puntos fuertes pero también los dolorosos.
Y explora, lo que puede conectar con él.
"G": Generar la acción adecuada y conseguir resultados.
Sin duda, dentro un entorno familiar violento y macarra,
siendo objetivo de agresiones,
Gizmo no tiene las condiciones iniciales perfectas.
No obstante, asume su responsabilidad (habilidad de respuesta),
elige las compañías que considera mejores para sí mismo,
usa lo aprendido,
las experiencias,
lo que ha conectado con él,
toma decisiones
y aprieta el acelerador.
Alinea el propósito coherente,
con la emoción que empodera,
toma cuerpo en sus acciones…
… combate y derrota a sus demonios.
Suena épico ¿verdad?
Pero seguro que conoces:
A quien su entorno no favoreció.
A quien un hecho puntual, descarriló su bienestar a vía muerta.
A quien nunca está cerca de lo que quiere, porque es incapaz de conectar con ello.
A quien no sabe salir de su dolor, con su resistencia en números rojos.
A quien “dar pasos” y “tener resultados”, suena, como mínimo, a algo ajeno.
A quien no cuenta para otros o no cuenta para sí.
A quien se cuenta el cuento para no mover el culo.
A quien… tú ya sabes.
Podemos caminar juntos para que cambies el CUENTO.
Sin que tengas que llegar a sufrir un “zarandeo” de la vida, para dar un volantazo.
Y sin contarte cuentos de peli, para justificar seguir ahí.
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