Acomodar el pasado. Ejemplo del día a día.
Acomodar para que esté agustito y no ande jodi...
Imagina tu pasado como tu palacio interior.
Puestos a tener algo dentro, ¿para qué te vas a conformar con poco?
Un palacio a todo trapo.
Con sus jardines.
Su más de docena de habitaciones.
Sus correspondientes baños.
Cocina a la altura de MasterChef.
Varios despachos y cuartos temáticos.
Y un salón principal como un campo de baloncesto.
Pues a este palacio/pasado va un ilustrísimo invitado de honor.
Que puede estar en la gloria o no.
Puede disfrutar de cada estancia = experiencia.
O puede estar más irritado que un mono con lombrices radioactivas.
Más frenético que un gato con la cola en llamas.
Más iracundo que un oso con avispas en las orejas y los ojos.
Tu pasado puede ser un remanso de paz al que acudir a relajarte.
O un dolor al que la "estancia" equivocada, te saque más lágrimas que arrancarte todos los pelillos de la nariz de golpe.
Estoy hablando de no querer quedarte en un recuerdo que te duele.
Del que no te gusta lo que ves en esas paredes.
Dónde no puedes pararte, por la incomodidad de cada centímetro.
De cómo gesticulas con tu nariz hacia arriba, como cuando algo te huele horrible.
Aquel lugar que te chirría hasta estremecerte, con una cantinela punzante.
¿Qué invitado querría estar en esa "sala"?
¿Qué NO haría por huir de allí?
¿De qué forma atenuará ese dolor?
¿Qué pensará sobre quienes considera culpables de tener esa habitación del horror?
Lo fácil para el ilustrísimo invitado de honor, será:
evadir,
tapar,
victimizarse,
culpabilizar,
encolerizarse,...
…SUFRIR.
Lo más óptimo, sería que hablase con contigo.
Que te pidiera estar cómodo, relajado y en paz, en cada una de las estancias.
Que hicieras la reforma necesaria, para que esa estancia sea habitable.
Que, con independencia de lo que provocase que ahora no esté bien, fueras responsable de la construcción actual.
La obra la haces tú.
Yo te puedo acompañar a que sea con buenos cimientos.
A que no te hagas más daño del que ya te has hecho.
A que aprendas a hacerlo sin que esté delante.
¿Cómo? Contestando al correo.
Un abrazo,
Manu
P.D. 1: De lo que hablaremos primero es de la estrategia a seguir.
P.D. 2: Cada vez que revisitas tu pasado con otros ojos, lo reconstruyes.
P.D. 3: Para bien o para mal.
P.D. 4: Esto se lo mando a mis suscriptores.
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