Los 3 componentes imprescindibles para abordar un propósito de vida con éxito.

Esto de tener una misión de vida, suena “grandilocuente en grado evidente”.

Se llena la boca al decir que tienes una estrella polar que marca tu destino.

Vamos, que a los de al lao, puedes estar oliéndoles a incienso rancio y velas de revoltijo de botica.

Si se simplifica: son creencias que te pueden ayudar. 

Algunas de ellas se consideran espiritualidad, ya te escribiré más sobre ello.

 

Al lío.

Que esto del proyecto vital puede parecer grande.

Y, por una parte, lo entiendo.

Porque faltan las 3 patas de la base para construirlo.

 

La idea está basada en el trabajo de los psicólogos Frank Martela y Michael F. Steger publicado en el The Journal of Positive Psychology en 2016.

Flipa la pedazo de referencia que te he soltao.

Seguro que no te vale de nada, pero hay que honrar a los autores.

 

Bien, ¿qué decía esta gente tan lista?

Pues que, para estar en predisposición a tener un plan de vida, hay que tener 3 ingredientes.

Que cada uno, por sí solo, es para escribir un libro (y algún artículo ya caerá).

A lo que vamos a hora es a la intersección de ellos.

 

El primero es:

1.- Valorar tu propia existencia.

Una pregunta: ¿Tiene sentido poner rumbo a un destino ilusionante cuando no te das valor?

Cuando no encuentras aprecio por ti, ¿pa’qué buscar hacer algo más?

Autoestima pura y dura.

Como no superes el “sufi”, no pierdas el tiempo mirando qué hacer con tu vida.

Ponlo en pausa y ocúpate de esta prioridad.

Que, no creo que nadie se autocalifique con un 10, y tampoco lo necesitas.

Pero darte valor y empezar a priorizar tus intereses, es imprescindible.

Una pregunta habitual de sesiones es: “¿y dónde estás tú?”

 

Vamos con la segunda, que se relaciona con artículos anteriores.

2.- Creencia en la Misión Personal

Lo dicho, he escrito sobre ello en:

 

De cajón de madera de pino: De no creer en que vienes al mundo a hacer algo, ¿qué haces esforzándote en algo que no crees?

De no tener lo claro, ¿no sería mejor parar?

Dejar de hacer por hacer.

¿Qué tal si observas qué mueve a otros?

Y sobre todo, bucear profundo, para descubrir un, más que probable, bloqueo.

Eso de hacerte la auto-zancadilla y quedarte con cara de “¿qué ha pasado?”.

¿Quieres vivir con la sensación de no darte tregua?

¿No sería mejor ocuparse de estos autosabotajes?

 

Vamos con la tercera, pero no creas que la cosa termina ahí.

3.- Resiliencia y confianza en el futuro

La resiliencia (entereza), es la capacidad para adaptarse a situaciones jodidas con resultados positivos (y sacando aprendizajes).

La confianza en el futuro… creo que no hace falta explicarlo.

Lo que sí habrás detectado en ciertas personas, es una fe en que todo irá bien al final.

Que todo pasa por una razón, que la vida tiene un plan.

Lo escucharás como certeza.

Tampoco es que tengas que tener la nota en 10.

Tendrás que tener un mínimo de “Dios proveerá”, donde “Dios” lo cambias por lo que te dé la gana.

Y tu propia versión de “lo que no mata engorda, para hacerte fuerte en los momentos difíciles.

Cuando esto falta, en casi todos los casos, hay problemas de árbol.

  • No hay enraizamiento (tenemos dos principales raíces: mamá y papá).

  • Un problema troncal de debilidad estructural ante los vientos adversos.

  • Junto con una floja frondosidad (en ocasiones es solo tu percepción), parece que faltan recursos.

 

Mira cómo queda en esta infografía:

La base del proyecto de vida por Manu Galán para www.ManuGalan.com

La base del proyecto de vida por Manu Galán para www.ManuGalan.com

¿Te has dado cuenta? He añadido las intersecciones entre cada conjunto de dos.

Cuando solo tienes 2 de 3:

 

A.- La vida te puede tumbar, pero no matar.

Puede parecer “bueno, ni tan mal así”, pero… no, nada de eso.

Pese a tener amueblado lo de la Misión y quererte, falta, falta algo.

  • Fe en tus capacidades para salir de los líos.

    Lo que desembocará en miedos, muchos de ellos.

  • Aptitud para no flojear ante los problemas que, como mínimo, te mandan un rato a la lona por “na’y menos”.

Tanto, tu juego de piernas y cintura, como dejar de tener mandíbula de cristal, son cosas que se entrenan (en soledad, o con más facilidad).

Flota como mariposa. Pica como una abeja.

Se decía de Muhammad Ali.

 

B.- Un quiero y no merezco.

Sales delante ante los problemas.

Notas que puedes hacerte cargo.

Tienes el interés en un proyecto vital.

Y… falla una cosa…

Al no creer que vales, caes en la falta de merecimiento de lo que puedes conseguir.

Muchísimo más habitual de lo que parece.

El “dónde voy yo a dejar mi XXX para conseguir XXX”, ¿te suena?

La mayor parte de estos “dónde voy yo”, son implantados en la infancia…

El buen desimplantador, que los desimplante, un gran trabajo hará.

 

C.- No sabrás dónde ir.

Cuando no te das valor suficiente, no confías en el futuro, ni en tus recursos… pues eso…

Como un pulpo en un garaje.

Falta claridad, arraigo, genitales,…

Esto, en la inmensa mayoría de las personas, es un estado de ánimo instaurado.

Pese a que se puede haber hecho fuerte ahí dentro, no es una condena vital.

Al igual que otras cosas, si te pones con ello, mejora.

Normalmente, el diálogo interno está emponzoñado y lo retroalimentas.

Pues ni date cuenta de lo perjudicial de lo que te estás diciendo.

¿Y qué hacer?

Como ves, no vale con una pata ni dos… son las tres.

Necesitas las 3.

Y tampoco tienen que ser robustas como la pensión vitalicia de un ministro.

Pero no puedes cojear mucho en ninguna.

 

Dado que todo es mejorable, y no hay que tener notaza, es deseable que tomes acción.

Dejar de vivir ya en la desvalorización, la flojera y la falta de ilusión.

Obtener un acompañamiento de los buenos.

De los que hacen planteamientos realistas, acortan tiempos y suavizan dificultades.

 

Si quieres que te acompañe, el paso imprescindible es que te suscribas en la caja de abajo:

  • Al registrarte, podré gestionar correctamente tus datos (de paso, no pierdes ningún contenido potente).

  • Me podrás contactar en cualquiera de los correos de interés que te voy mandando y me cuentas.

  • Agendamos una videollamada de compatibilidad. Vemos si eres una persona con quien me veo trabajando y si yo soy el tipo de profesional que necesitas.

 

El primer paso: tu mejor email ahí abajo. 

De estar fuera: noticia, consejo o reflexión de desarrollo personal que te pierdes.

¿Te gusta la idea? Apúntate.

¿Qué te deja de gustar? Te das de baja. 

Suscríbete, no te quedes fuera. Un par de regalos exclusivos te esperan. Uno no, son dos.

  • ¿Quieres saber en qué área de tu vida está la insatisfacción haciéndose fuerte?

    - Conoce tu situación actual de un solo vistazo.

  • ¿Crees que te entiendes bien con todo el mundo? ¿Y si de paso sirve para el auto-conocimiento?

    - Aprende sobre los 9 tipos de personalidad, con la que mejorar tus relaciones y encontrar tus propios patrones.


🎁

Puedes compartir por: Comparte por: LinkedIn, Facebook, Twitter, , manda un e-mail ✉️ o directamente copia la dirección del enlace: https://www.manugalan.com/blog-2/3-componenetes-proposito-exitoso

Anteriormente, en ManuGalan.com:

Manu Galán

Coach, facilitador y formador en desarrollo personal. Servicios para particulares y empresas.

Https://www.ManuGalan.com
Anterior
Anterior

Da igual dónde y con quién estés, puedes sentir soledad en compañía…

Siguiente
Siguiente

Propósito de vida como motor para la felicidad, pero también como trampa de insatisfacción.