Carne fresca. Tenemos chica nueva en la oficina.

Sara, Sarita en el trabajo desde aquel día, ocultaba bajo su blusa un secreto que la avergonzaba.

En su primer día, caminó desde Recursos Humanos, al despacho del que sería su jefe.

Podría haber estado sonando “Welcome To The Jungle” de Guns N' Roses.

Al más puro estilo de peli carcelaria de finales de los 80.

Llevaba una carpeta sobre sus manos,

pero más bien parecía que cargaba con su mono gris con un largo número sobre el pecho.

La gente, dejaba lo que hacía y la miraban.

Se acercaba a otras personas (de su mismo género), y comentaban.

Parecía que caminaba por el corredor junto a las rejas de las celdas.

María, la Hembra Alfa de aquel particular zoo, tan afilada como su nariz:

— “Mira la mosquita muerta, cuatrojos.

¿Sale del Opus o qué?

Debe comprar la ropa en mercería de su yaya.

Está como la leche.

Se habrá creído la Marilyn morena con ese peinado.

No lleva anillo.

Luego la sonsaco.”

Con desdén, disimulando la mirada de escanear y apretando un puño:

— “Mira como babea los tíos.

Por la novedad.

Por eso destaca.

En menos de un mes…”

Se interpone en su recorrido, con sonoros pasos sobre el suelo de PVC:

— “Hola cariño.

¿Cómo te llamas?”

— “Me llamo…”

— “Yo soy María.

Yo te enseño esto.

Ya te hago yo el tour y te presento.

Cuenta, ¿a qué puesto vienes?”

— “Voy a…”

— “Imagino que por el de Marta.

Ya ves, va por el tercer churumbel.

¿Tienes hijos?”

— “Esto, yo…”

— “Con esa cinturita no creo.

Te va a doler horrores, si un día llegas a parir.

Mejor que no te busques un novio grande.

Que lo mismo ya tienes maromo.”

— “Ahora mis…”

— “Bueno, comemos a las 2 Sarita, que me suena el móvil.”

Sara se había quedado helada.

Una gélida corriente eléctrica recorrió su espalda.

De rabadilla a nuca.

Erizando cada pelo de su piel.

Sudando en frío.

No la había dicho su nombre, lo preguntó, pero no se lo dijo.

Instintivamente, se echó la mano izquierda a su manga derecha.

Nadie podría saber aquello.

NADIE DE ESA JODIDA JUNGLA DE MIERDA!!!

Sin tiempo a reponerse, la asaltó la hembra beta:

— “Hola Saríííííííta. Yo Tere.

La’de esa mesa de ahííííííííí.

Si necesitas una grapadora, un celo o… eso, me dices.”

— “Ah, vale, gra…”

— “Ten cuaidao, con los hombres pa’quí, que son salios.

Los peores los casao, ojo, que ya lo decía mi aguela.

Mira la Martííííííííta, que ni se ha casao con el golfo del Paco del taller.”

— “Esto,…”

— “Vas monííííííííísima, hija.

¡Y qué piel tienes!

Se nota que te cuidas del sol.

Que es maííííííííísimo.

Tan pálida, hija, qué pena.

Será que no has tenido vacaciones, ¿eh?”

— “Bueno, yo…”

— “Normal que te pongas de manga larga.

Pues aquíííííí, ufff mucho calor, mucho.

No hay quien pare.”

— “Umm, entien…”

— “Pues eso, que a las 2 comemos y me sigues contando.”

Sara se agarraba tan fuerte la muñeca que se empezó a enrojecer su mano.

Hasta la notó dormida al soltarla.

Y temblorosa…

Mientras fingía sonrisas, a ambos lados, camino al baño,

padecía las tensiones del pasado estrujando su estómago.

— “Lo que te decía Tere.

Esta, ni novio, ni ná.

Las beatas son las peores.

Habrá que atarla en corto.”

Sentada, sobre la tapa de aquel lúgubre baño, lloró con el mayor silencio del que fue capaz.

Trataba de serenarse acariciando su muñeca derecha.

Como el tráiler de una peli de serie B, pasaron los fotogramas de su adolescencia.

Recordó el internado de las monjas.

Las burlas de los primeros días.

Los empujones de la segunda semana.

Las puntas de los compases en sus piernas.

Las mentiras a las monjas sobre su ropa rota, su cama mojada y que se perdieran sus zapatos.

Y todo, por no caerle bien a alguien.

Por su cara y piel distinta.

Por ese rasgo de comportamiento distinto.

Por llegar más tarde a la fiesta…

Pareciera que, por frotarse la muñeca, se fuera a borrar aquel pasado y el punto de inflexión que escondía.

"Llamar a alguien gorda no te hace estar más delgada, llamar a alguien estúpida no te hace más lista y arruinarle la vida a Regina George no me hizo más feliz.

Todo lo que puedes hacer en la vida, es intentar resolver el problema que tienes delante".

Chicas malas (título original de la peli: Mean Girls. 2004)


¿Cómo te comportas en grupo?

¿Alguna característica física, de comportamiento o de posición social, te lleva a atropellar a alguien?

No pretendo hacerte sentir mal.

Juicios tenemos todos. Todos.

Pero de ahí a no tener valores...

Mi liberta termina, cuando empieza la tuya.

Tu libertad termina, cuando empieza la mía.

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