Perfeccionismo: Bloqueo 1/9 que te aleja de tu proyecto de vida

Voy a contarte sobre el primero, de 9 tipos de bloqueos, que evitan que te acerques a tu Proyecto de Vida.

Lo he llamado el PERFECCIONISMO.

Es una estrategia que busca conseguir, en último término, encajar y ser amados. Por medio de la perfección en lo que hace, mejorándolo indefinidamente, sin decidirse a considerarlo nunca acabado.

De esta definición ya se desprenden olores a: inalcanzable, persistencia, insatisfacción, persecución,...

Y se convierte en un bloqueo, que impide el Proyecto de Vida, cuando, quizás (hipotéticamente), te pasan cosas así:

No empezar:

Por temor, no ya al fracaso, sino a que será por debajo de expectativas.

Planificar: demasiado tiempo, demasiado grande, demasiado complicado, demasiado sofisticado, demasiado enrevesado, demasiado barroco, demasiado-demasiado...

Lleno de cortapisas y cositas tiquismiquis...

Lo que sea por auto-sabotearte.

La falta de conocimientos (nunca parar de estudiar y formarse), de esa persona o institución que te apoye, la herramienta o instalación X, la parálisis por análisis en búsqueda de lo óptimo.

No terminar:

Extraviarse en las tareas que no aportan valor.

Hacer, rehacer y volver a hacer, para que el resultado se ajuste a la idealización.

Estrangularse ante el siguiente paso. Volver a replantear, del laberinto al 20 o incluso a la casilla de salida, todo por no traicionar el castillo en el aire. Y sin llegar a rematar a puerta, no firmar el cuadro, no poner el sello.

¿Qué está tan mal que no se puede dar carpetazo?

¿Qué parte de ti se vería comprometida de no llegar a la cuadratura del círculo?

— A ver, a ver, a ver... Manu, rebobina un momento. Hablando de bloqueos, no siempre tendrá que ver con que nos quieran, ¿no?

Nosotros, en una época muy vulnerable (como la última hoja del árbol en la tormenta), cuando no podíamos valernos solos. Encajar y ser amados, es lo que interpretamos que marcaba la diferencia, entre la vida o la muerte. La clave está en que creíamos que esto era así, actuábamos en consecuencia y nos marcó de por vida.

El perfeccionismo es el cruce macabro entre:

  • El control: a su vez, hijo del miedo a:

  1. no ser impecables, errar y ser “malos” o hacerlo “mal”.

  2. el rechazo y no ser queridos.

  3. el fracaso y no sentir que tengan valor para otros.

  4. ser “como todos” y encontrarse inadecuados (con defectos).

  5. no sentirse preparados ante la vida y ser dañados.

  6. inseguridad y falta de apoyos.

  7. aburrirse, no satisfacerse y sentir el dolor.

  8. sentirse vulnerables.

  9. el conflicto y sentirse avasallados.

“Cada cosa en su sitio” (pero y también personas, situaciones, emociones,...).

  • La exigencia: fruto obsesivo de la dureza en la expectativa de:

    1. tener la razón, hacerlo “bien”, ser “buenos” y justos.

    2. sentirse deseados y queridos.

    3. ser exitosos y valiosos, que los valoren o reconozcan.

    4. sentirse únicos y especiales, realizarse personalmente.

    5. mantener una distancia emocional, psicológica y, en ocasiones, física.

    6. sentirse seguros.

    7. estar estimulados y satisfechos.

    8. ser poderosos.

    9. estar en (su propio concepto de) paz.

“Esto debe/tiene que ser así, de otra forma me siento mal.”

El perfeccionismo es el cruce macabro entre: el control (que a su vez, es vástago del miedo) y la exigencia (fruto obsesivo de la dureza en la expectativa).

Por cada miedo, habrá niveles que se disparan en función a: las experiencias, cultura, aprendizajes infantiles, madurez, nivel de energía, valores, estrés,... Y lo mismo pasa con las expectativas.

Si bien, hay puntos que pueden ser comunes:

  • Un temor genera la idealización de tenerlo lejos. E involuntariamente la fantasía horrible de cumplirse, lo que hace que se quede en el punto de mira.

  • La perspectiva ansiosa de acercarse a lo deseado, genera el miedo a perder lo conseguido, o la ansiedad de tener los recursos posibles. Con foco en aquello que tememos.

Por muchas razones, todos podemos ser perfeccionistas. Porque todos tenemos miedos y todos generamos expectativas. Obviamente, no en la misma medida.

Planteo el abordaje del proyecto de vida, no desde huir de hacerlo perfecto, sino de buscar las raíces de los miedos y de las expectativas (que no dejan de ser nuestros anhelos).

Te pongo un par de ejemplos típicos de consulta: Formar una familia o buscar cambiar a un mejor trabajo.

  1. Me asusta equivocarme y quiero que sea "como Dios manda".

  2. Me asusta que no me quieran y quiero sentir el amor de otros.

  3. Me asusta perder valor para otros y quiero éxito y reconocimiento.

  4. Me asusta ser corriente o inadecuada/o y quiero realizarme de forma única y especial.

  5. Me asusta no saber o tener la preparación y quiero mi independencia.

  6. Me asusta la desprotección y el desamparo y quiero seguridad.

  7. Me asusta la falta de libertad, el aburrimiento y sentir dolor y quiero estimulación y estar "llena/o".

  8. Me asusta que puedan dañarme y quiero mayor poder y expansión.

  9. Me asusta vivir subyugada/o y quiero estar en paz y tranquilidad.

Esto refleja que lo importante, no es lo que hacemos, es DESDE DONDE lo hacemos.

De ahí que tenga en el método M.A.G.™️ la "A" de Autoconocimiento. Para conocer la estructura que da coherencia al comportamiento. Esto tiene más miga que actuar solo sobre el perfeccionismo (que es únicamente una forma de protegerse de lo que hay debajo).

A la larga, genera cambios más duraderos, si se teje y entrelaza en las áreas:

  • Cognitivo (como las creencias limitantes, si estas tienen fundamento y cómo cambiarlas).

  • Emocional (qué emociones hay, que mensajes contienen y cómo gestionarlas).

  • Corporal (por ejemplo, donde están las tensiones y aliviarlas).

Es algo que me da mucho sentido y que compruebo en sesiones.

Desde otros planteamientos, si te da canguelo ese el cambio laboral (del que hablaba antes), y la estrategia es por medio del perfeccionismo:

Que te digan "relájate, Livin' La Vida Loca, no pasa nada" (puede que en la mayoría de los casos sea cierto), pero es ignorar la emoción de miedo de la persona.

Que insistan en poner foco en lo positivo (mal no te hará esa cañita en una terraza), pero es tapar con un dedo la señal de alarma.

Y para colmo, los agradables consejos: "Es lógico, la cosa está muy mal.”; “El Currículum me lo pones...(así o asao)”; “Me tienes que estudiar XYZ”; “Lo que deberías hacer es..."

¿No tendrá más sentido ocuparse de lo que hay detrás del perfeccionismo?

¿Lo que lo motiva el comportamiento?

¿Lo que lo alimenta?

¿Lo que hace que sea tan desgastante?

Acompaño a personas a que dejen atrás sus bloqueos (¿inconscientes?) y a que puedan proyectarse hacia lo que desean en la vida.

Manu Galán

Coach, facilitador y formador en desarrollo personal. Servicios para particulares y empresas.

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