Sobre-implicación emocional
Es muy humano, pero aún es más de países de idiomas latinos…
Nos sobreimplicamos en los problemas de otros.
Ocurre cuando caes en la trampa de esforzarte demasiado en una relación personal.
Pero si voy más allá, no solo se da en las relaciones con otros, también en el trato que tienes con otras partes de ti.
Por ejemplo: el trabajo.
“Tu yo profesional”, puede considerar que lo es más si: se queda más tiempo, se ofrece en pompa o trabaja como si fuera a heredar la empresa.
Pero vamos con la emocional en familia y pareja. La que suelen traer a consulta más clientes.
Es muy nuestro dar de más.
Apegos, pertenencias, lealtades, miedos, protagonismos, sentido de identidad, buenismos,… y un largo etc.
En las culturas que dio el mediterráneo, nos vinculamos a tope y en ocasiones, nos sobre-vinculamos o sobre-implicamos.
¿Has peleado las batallas de otro? Puede que de tus hijos o pareja.
— A ver Manu, ¿no es normal y bueno eso? ¿Cómo no voy a ayudar a los míos?
Si, y no. Me explico.
Si tus hijos no se valen por sí mismos, lógico. Si a quien le sucede algo, no se puede hacer cargo solo, también.
Pero, ¿qué pasa cuando no dejas al otro pelear?
¿Cuándo haces tuyas sus batallas?
¿No sería más lógico dotar de armas y no infantilizar?
— Dicho así parece fácil, pero no lo es.
Para nada lo es.
El límite para saber qué es intervenir auxiliando, cuando es responder a una petición de ayuda lícita o cuando te metes en camisas de once varas, son muy difusos.
— No jodas Manu, si tiene un problema uno de los míos, tendré que intervenir.
Pues no siempre.
Y te lo hilo con los ejemplos anteriores:
Intervenir auxiliando:
Si tu prima tiene un esguince de tobillo y la acercas a casa, auxilias.
Si al padre de tu novio le arde la casa y lo acoges el fin de semana en la tuya, auxilias…
Si tu hijo se mete en una relación abusiva y se lo quieres hacer ver, auxilias.
Responder a una petición de ayuda:
Si tu prima te pide que lleves la baja a su trabajo, ayudas.
Si tu novio pide que cuides una semana al perro de su padre, ayudas.
Si das a tu hijo el acompañamiento emocional que te pide, ayudas.
Meterse en camisa de once varas:
Si haces la colada a tu prima (te lo pida o no), te sobreimplicas.
Si abres la puerta a tu novio para vivir en tu casa con su padre, te has sobreimplicado 3,5 pueblos.
Si tu hijo se quiere quedar a toda costa en la relación abusiva, y 2 años después sigues intentando que reaccione, costándote la salud, te sobreimplicas (entendible, pero te sobreimplicas).
En ocasiones, muy a tu pesar, te implicas donde no deberías.
Muy habitual en relaciones estrechas y las posiciones de roca maciza.
Sí, mala combinación.
Es que, no hay más ciego que el que no quiere ver… y el ciego, no siempre es el de enfrente.
Si ya tienes claro que te desgastas por sobre implicarte y quieres que lo tratemos juntos, primero te suscribes en cajetín de abajo (por política de privacidad y hacer filtro), y luego me contestas al correo de bienvenida o a cualquier otro.
De todas formas, seguiré hablando de esto.
Un abrazo,
Manu
PD 1: ¿Has sufrido la sobre implicación de otro contigo?
PD 2: ¿Sabrías ponerme ejemplos de sobre implicación que quisieras comentar? (con todo lujo de anonimato)
PD 3: Para más sobre relaciones personales, pincha en el enlace.
PD 4: Seguiré hablando de esto, que tiene miga.
PD 5: Esto se lo mando a mis suscriptores.
¿Quieres ser de la comunidad y recibir los correos?
De estar fuera: noticia, consejo o reflexión de desarrollo personal que te pierdes.
¿Te gusta la idea? Apúntate.
¿Qué te deja de gustar? Te das de baja.
🎁
Suscríbete, no te quedes fuera. Un par de regalos exclusivos te esperan. Uno no, son dos.
¿Quieres saber en qué área de tu vida está la insatisfacción haciéndose fuerte? - Conoce tu situación actual de un solo vistazo.
¿Crees que te entiendes bien con todo el mundo? ¿Y si de paso sirve para el auto-conocimiento? - Aprende sobre los 9 tipos de personalidad, con la que mejorar tus relaciones y encontrar tus propios patrones.