Soy Ramiro, el JEFE.

En mi consultora, los chavales son un poco tontos.

Y digo chavales, por la personalidad, que ya hacen ruiditos al levantarse de la silla.

Y digo un poco tontos, por no decir tontos del todo.

Hasta que no me voy a casa, no se larga ni Dios.

Es lo que hay.

Les he convencido (más bien manipulado), de ello:

Es la filosofía del esfuerzo.

Nada llega sin arrimar el hombro.

¿Es que quieres que el proyecto y el trabajo de todos se vaya a la mierda?

…

No sé cómo podéis dormir por las noches.

¿Es que lo tengo que hacer yo todo?

…

Como en casa seáis tan flojos, tendréis buenos cuernos.

…

Que lleve al médico tu marido a la niña .

He apostado por ti, ¿y qué me das a cambio?

…

Al trabajo, se viene meao, cagao y lloradito de casa.

Las lamentaciones al Muro, o de rodillas a Lourdes.

…

Todos sois eslabones de la misma cadena.

Que será tan fuerte, como en más débil de vosotros.

…

Si lo hicierais mejor, no tardaríamos tanto en sacar los proyectos.

…

Soy una Hermanita de la Caridad.

En la competencia, siendo así, te largan en la primera semana.

…

Cuando toca cobrar la nómina, no hay tanto reparo.

Y luego todos querréis un aumento o ascenso.

Inciso:

Ahora no seas tan infantil de pensar que, si tus jefes no son tan duros, es que estás en la gloria bendita.

Con una de esas, o similar vale.

Nadie se va a casa antes que yo.

Que si cultura de empresa, que si misión, visión y valores… todo me sirve.

Y las crisis son una gozada.

Me vienen acojonados de casa.

Luego cada pardillo tiene su “pedrá”:

1

El “Junior” es nuevo.

Antes era el becario.

Le fiché por estar en el demostrar y demostrar.

Se queda lo que haga falta por no tener ningún fallo.

Siempre tan pulcro.

Tan modosito, tan correcto.

Parece sacado de un seminario.

No se tolera el tropiezo, y me beneficio.

Si le digo que algo no es como esperaba, se pone como un perro en las Fallas.

Con el tiempo espero que se ponga como un tiburón cuando hay carnaza.

2

A Melody la llamo “Marshmallow”.

Tiene voz de campanilla con acento caribeño.

De dulce, empalagosa.

Tamaño mini, hasta con tacones.

Siempre ayudando a todos.

A mí no me importa, mientras me saque el trabajo.

Desde que la puse en su sitio, me trae el café.

Es una suerte que existan mujeres con la mentalidad de siempre.

Vive en el filo de la lágrima por la hipoteca.

Parece ser que su marido, es un flojo de esos, de los que no llevan casi dinero a casa.

La mando indirectas de lo mal que está la economía, para que apriete.

Mientras se vuelva a preñar, todo está bien.

3

Marisa tenía muy buena trayectoria.

Qué manía en tener hijos.

Niño y niña de golpe.

Hasta en eso destaca.

Curra mucho y no deja que lo ignores.

Se hace ver, hasta llegar a meter el codazo a los compañeros.

Hace unas presentaciones que impresionan a los clientes.

Siempre tan profesional y decidida.

Pero que pretenda ser también la súper madre, no me cuadra.

Perdió su oportunidad de ser mi mano derecha.

No debió terminar la baja de lactancia.

4

Arturito está de baja.

Siempre se le vio el más débil.

Sensible, sensible, sensible el muchacho.

De los que se altera por todo.

Un blandito de manual.

Un mala raza.

Siempre con su soja, sus mierdas eco-perro-flauta y sus rarezas.

No encajaba y lo forcé.

A la que pudo, se bajó del carro.

Que si chorradas en la piel, que si taquicardias,…

Ahora que se ponga a meditar a la cola del paro.

Esto es la jungla y quiero gladiadores, no nenazas.

5

Sergio es un friki de la informática.

Hace unas movidas que no entiendo ni a la tercera.

Es como espartano, pero sin chicha.

Tiene antenas de insecto, por dedos y extremidades.

25 años, y ya como una bombilla.

Como Nosferatus.

No da conversación.

No se altera.

No pide.

No sé de su vida, si es que la tiene.

No me gustan las personas a las que no pueda moldear.

Quiero algo jugoso a lo que pueda morder, en caso necesario.

Siempre le lío con mierdas que lo tengan sentado y tecleando hasta tarde.

6

Juan Miguel, el “Juancho” (por parecer de sur), está muy dócil.

Nada por lo que luchar.

Su mujer lo echó de casa, se quedó con el niño y ahora es todo mío.

Por dentro me alegré mucho.

Se quedó un poco más mustio.

Más inseguro, si eso pudiera ocurrir.

Creo que ahora tiene un par de tics nuevos.

Mi fiel soldadito.

Cero queja y 100% empeño.

Le digo “¡Salta!” y me responde que “¿Hasta dónde?”

Es mayor que yo, pero me tiene de padre.

Me necesita, soy su guía en la vida.

Un pobre diablo, que me viene de lujo.

7

Pablo es el comercial ideal.

Siempre dispuesto a darlo todo con los clientes.

Lo mismo se los lleva a una bodega, que a un club de carretera.

El mejor contando chistes guarros.

Un todo terreno.

Sabe algo de todo y experto en nada.

Bastante disperso, en general.

Es adicto al trabajo y a la coca.

Se nota más, desde que su novia volvió con sus padres.

Lo celebramos con siete copas, un tigre.

Llegará lejos, pero aún no sé si como desfasao.

Mientras tanto, que me aproveche.

8

Vicky, es una Vikinga, la perfecta Valkiria.

Un arma de destrucción masiva.

Cero bisturí.

Todo potencia y puñetazo en la mesa.

Creo que tiene hasta más pelotas que yo.

Si no fuera tan bruta y tan fea…

Se ha hecho sitio hasta ser la número dos.

Trepando a la antigua usanza.

Sin ser una genio, y sin finura ninguna, aplasta en las reuniones.

Es mi perro de presa.

Tiene a los proveedores acojonados.

Y no me extraña, es un macho alfa.

9

Teresa me vino de RRHH.

Yo no la quería en el departamento.

La pinchas y no sangra.

Un pan sin sal.

Una ameba.

Y sí, hacía su trabajo, a pico y pala.

Pero me gusta tener a la gente tensa.

Con el sobaco sudao y el culito prieto.

Como no presentaba ambición ninguna, la puse pruebas.

Para divertirme, la cambiaba de trabajo cada poco.

Y como la afectaba, también de mesa.

Luego la dejé sin bonus, por no adaptarse, claro.

Al final se va el lunes que viene.

Así aprende ella y los de RRHH.

Manipular con el Eneagrama.

Ya has visto a Ramiro.

¿Te gusta como piensa?

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Al igual que la cerilla que enciende un brasero, puede usarse para quemar un bosque.

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