Manu Galán

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Reescribe ese evento de mierda

¿Sabes que cada vez que revisitas un recuerdo lo modificas?

“La memoria está diseñada para cambiar, no reproducir los hechos, por lo que no somos testigos fidedignos”

Donna Jo Bridge, investigadora en la Universidad Northwestern Bridge.

Lo que empezó siendo el cuerpo de un correo para mis suscriptores, ha terminado siendo un artículo que he elegido ofrecer tal cual para que no pierda su estilo original. La fecha del email fue la del pasado 16 de octubre de 2020 (continuando en estado especial de emergencia sanitaria en Madrid por COVID-19).

Este mes de septiembre ha sido súper interesante. Y no es que todos los momentos fueran alegres o exentos de algún tipo de incomodidad. Especialmente durante los procesos de profundización en mi autoconocimiento y para convertirme en mejor profesional y persona. Pero dado que tengo (y todos la tenemos) la capacidad de reescribir los recuerdos cuando reinterpreto esos eventos, puedo decidir con lo que me quiero quedar para que termine siendo algo que aporte.

Esto me sirve para contar que las primeras interpretaciones sobre un evento, en ocasiones, no son las más lúcidas y decimos o hacemos cosas que no queremos, sintiendo emociones que no deseamos. La velocidad en la que puede surgir una reacción puede ser excesivamente rápida. Poniendo consciencia y entrenando se puede aumentar la velocidad con la que, en lugar de reaccionar impulsivamente/inconscientemente a un evento, lo que llegamos a tener es una elección consciente.

El profesor de Harvard Business School, Gerald Zaltman, dice que "el 95 por ciento de nuestra toma de decisiones de compra se lleva a cabo en la mente subconsciente".

No obstante, una vez hemos reaccionado, no estará todo perdido. Cierto es que puede que te dañaras o dañaras a otros, pero podemos sacar aprendizajes de lo ya vivido. Estos aprendizajes son valiosos: nos servirán para un mañana poder actuar de una forma distinta, perdonar a otros o perdonarse, entender al otro y a uno mismo, desarrollar áreas de mejora, hacer las paces con lo sucedido,…

“Nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz”.

Milton Erickson

Pongo un ejemplo corriente para que se entienda mejor: Alguien cercano me cancela por tercera vez un plan, me enfado y digo algo desagradable a esta persona. En lugar de permanecer enfadado, vivir emociones de mierda, puedo revisitar ese evento, hacerme preguntas adecuadas y revisar ese recuerdo con una nueva interpretación. Las preguntas podrían ser de este estilo: ¿Realmente está justificado el enfado respecto a la cancelación? ¿Hay una emoción (personal, conectado a mi pasado) que se ha disparado ajena al comportamiento de esta persona? ¿Entiendo (y acepto) lo que ha llevado a esta persona a cancelar? ¿Respeto a quien creo que no me respeta? ¿Quiero que en un futuro la relación quede así? ¿Qué responsabilidad tengo en ello? ¿Qué haría mi mejor versión? ¿Cómo puedo hacer de este evento sea algo que sume en mi vida?

Y no valen respuestas del tipo: “es que es/soy idiota”, “la culpa es suya/mía”, “es que todo lo malo me pasa a mí”, “lógico, soy gafe”,… nada de victimismos, no te harías ningún favor.

Pues de esto trata gran parte de la felicidad. De tener emociones sanas con los eventos del pasado, de sacar fortalezas de lo que hemos superado y de no quedarnos con lo primero que nos pasa. La Vida es un gimnasio para tu crecimiento personal y para desarrollar la resiliencia.

Claramente no es siempre sencillo y se puede necesitar de un acompañamiento. Te invito a poner PAZ en los eventos que más te duelan.