La Navaja de Ochkam corta el pensamiento rumiativo y negativo.
Tienes una versión en audio bajo estas palabras y, justo a continuación, en texto.
A estas alturas, puede que sepas lo que es la Navaja de Ochkam:
La teoría simplifica que, entre varias explicaciones completas de un fenómeno, la más sencilla, suele ser la correcta.
Unos ejemplos:
Para la policía, lo más probable es que la víctima conociera a su asesino.
Si el mando a distancia no te funciona (después de darle un par de leches), vas a por unas pilas.
En caso de ir en un ascensor con tu vecina, y te huele a pedo ajeno. Es que te ha dejado probar parte de su profundo interior (uiss qué soez Manu!!!).
El monje franciscano y erudito filósofo, lo contó en el siglo XIV, y ni había CSI, ni tele, ni edificios altos.
En nuestra era, de primeras, no pensamos que:
el asesino fue el demonio que vino a robar su alma,
ni desmontamos el mando para detectar fallos en su circuitería,
ni achacamos el olor a escapes de gases, que no salgan del asterisco de ahí abajo.
Usamos el atajo mental.
Una estadística que se cumple “mucho más que mucho”.
Es una navaja que, cortar las versiones menos probables.
“La pluralidad no debe postularse sin necesidad.”
Guillermo (el de la Navaja) de Ockham
¿Y qué tiene que ver la Navaja de Ochkam con detener el pensamiento rumiativo y negativo?
Pues que nos sirve para degollar las narrativas que nos contamos sobre las cosas.
Imagina:
¿Qué tu pareja no te contesta a un mensaje?
Lo más probable es que no lo pudiera leer.
¿Qué es invierno, se te cae la vela sin más?
Apunta a un simple resfriado.
¿Qué tienes siempre deudas con independencia de lo que cobras?
Suena a que vives por encima de tus posibilidades.
— Manu, ¿pero eso no es reduccionista?
Sí y no.
Me explico:
Sí, es reduccionista.
Porque toda creencia, juicio de valor o explicación, implica cerrarse a lo que dejas fuera.
Solo podemos ver una parte de la realidad.
Desechar el resto es limitante.
En este artículo, te amplío esta línea de pensamiento, la doctrina advaita.
A la multi-posibilidad, también hay que ponerle un límite:
En el ejemplo del mando, no vuelves a poner unas segundas pilas nuevas, al no funcionar con las primeras.
Si el dinero no te llega, no va a ser por romper un espejo hace tiempo.
De tener como síntoma moquillo, a pensar que tienes algo mortal, hay un trecho.
Y en el caso de no leerte el mensaje, siempre está la posibilidad de algo terrible:
El robo del móvil, el accidente trágico, los cuernos con Rolex o Casio,...
El tema es: ¿Hasta dónde es bueno para ti, adoptar una posición de no creencia?
No, es practicidad.
Piensa un momento, en como abrir la puerta de un coche.
En un 98% de los modelos (me lo he inventado), se abre hacia fuera y en el 2% de otra forma.
¿Sería lógico que por un 2% me quede pensando en cómo se abre?
Apadrinar la opinión, con mayores posibilidades de cumplirse, va a favor de la ley del Mínimo Esfuerzo.
Esta ley, en parte, es la que te atribuía tu madre (zapatilla en mano), cuando no recogías tu cuarto.
Pero, sobre todo, es la que premia que nuestro cerebro consuma menos energía.
La que gratifica la pereza, pero también los hábitos y la memoria muscular.
Es responsable de generar algunas creencias y de sistematizar procesos mentales.
Aunque solo supone un 2% del peso de un adulto, el cerebro consume más del 20% de la energía generada (la mayor parte en forma de glucosa).
La memoria motriz, motora o muscular: es una forma de consolidar una secuencia de movimientos por repetición, que se vuelve automática y eficiente.
Buscamos la eficiencia de los recursos energéticos.
Esos que no abundaban hace no tantas décadas.
Son soluciones evolutivas heredadas y tienen mucho sentido.
Al final, tener un pre-juicio nos ayuda, a no tener que pensarlo todo en cada momento.
Y a pesar del veneficio…
… tiene muchísimo peligro, que supongas como piensan y desde dónde actúan otros.
Por la misma teoría de la navaja, apuesto a que no sabes leer la mente ajena.
Ojo con los atajos, que los carga el diablo (ese que no mata gente).
Problemas de quienes tienen comida, ropa y techo.
Ahora bien, ¿qué pasa en el siglo XXI?
Pues que tenemos tanto bienestar, que podemos comernos el tarro con las cosas más estúpidas (a ojos de quienes pasan hambre).
Ejemplo: ¿Qué habrá querido decir Marisa con esos "buenos días", en ese tonito?
Pues eso es, tener un Ferrari para ir por el pasillo de casa.
Demasiado motor para problemas tan alejados de la supervivencia.
Por lo que los agrandas, al nivel de tu ausencia de embolados tangibles.
Y creas monstruos.
En el artículo “Los 5 círculos del pensamiento, y dónde te puedes perder.”, comentaba que:
El 90% de pensamientos, son sobre cosas que no van a pasar.
Te enganchas a la “Marisa” de turno, al mensaje que no viene de vuelta, a que hará mal tiempo el fin de semana,…
Ahí es donde puedes tomar la Navaja de Ochkam y cortar por lo sano.
Marisa tiene sus “batallas internas" y no es personal, no habrá podido contestar al WhatsApp y el clima es el que es…
Que no invito al sudapollismo!!!
Pero sí, invito a:
Ser prácticos.
Aparcar los pensamientos que te preocupan, y pasa a ocuparte.
A que pongas el motor de tu Ferrari a rugir en la dirección apropiada.
A descubrir y dar salida a tanta potencia tapada.
A vincularte a un proyecto de vida que te expanda.
En todo ello te puedo acompañar:
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