Pedro e Isabel son hermanos criados a la sombra de unos padres severos y ausentes, de una crítica demoledora.

En casa había reglas para todo, delegando en ellas la recta crianza.

Saltárselas era sinónimo de drama, castigo duro y eternas caras de decepción.

En cuanto pudieron independizarse, no lo dudaron. 

Años después, cada uno con su familia, hacen como sus padres.

Un poco menos, para ser sincero. Sus hijos no ven el momento de largarse.

Nos imponen muchas cosas desde fuera.

Normas morales, juicios, comportamientos, modales, valores, religiones,... y hay una parte positiva en ellas. 

Te indican como un faro, lo que en tu entorno se aprecia, por lo que te van a querer.

Pero NO siempre es adaptado a tu situación, a las cambiantes circunstancias, al “sí, pero…”, a lo que te pide el cuerpo, a la emoción que te está hablando,... 

Te pongo unos ejemplos.

Apelo a tu brújula interna para saber cuándo actuar bajo el estándar y cuando saltarte la norma impuesta desde fuera.

Para las personas que no creen poder leer esta brújula, que no aciertan con lo que es adaptativo para su bienestar, para soltar la dureza, para quienes necesitan cambiar creencias que no funcionan,...

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