Recuerda, hay mucha más agua debajo.
Están un nieto y un abuelo pescando en el lago.
— Abuelito, se ve mucha agua en el lago.
— Pues debajo, hay mucha más.
¿Y qué puedes sacar de este chiste?
Pues que debajo de algunas cosas, hay muchas más que son iguales.
Que llevan a ser asfixiantes por la presión y extremarse.
Parece una obviedad, pero se olvida.
Ves a una persona doliente, con “malafollá”, irritable e irritante.
Puedes pensar: “¡Joer, cómo viene! ¡Qué persona más desagradable!”,
(por no poner palabrotas, que es lo que suele pasar).
Lo que quizás pasa desapercibido, es lo que hay debajo.
La masa gigantesca de dolor que no se ve.
Los eventos, aprendizajes e interpretaciones, que conducen a que esté así.
Un ejemplo de alguien que conocemos todos:
Cristiano Ronaldo (y si quieres ponerle cara y cuerpo, mira esto).
— ¿Qué es lo se aprecia en la superficie?
— Imagen cuidada, vida de lujos y mujer florero.
— Venga, ¿y qué más?
— Se enfada si fallan al pasarle y se cambia de equipo de no hacer todo lo que él quiere.
Pues lo que hay en las profundidades, es una necesidad de valoración constante y muy alta.
Un anhelo de cariño, que intercambia por sacrificios y resultados.
Siempre ha entrenado más que otros y deseaba títulos a toda costa.
Todo muy lícito y comprensible.
En un mundo tan falto de referentes, ni tan mal.
Ahora bien:
¿Todas las decisiones que tomó, para satisfacer lo que tira del fondo, fueron siempre las más adaptativas para él?
O, si se diera cuenta de lo que le atrapa, ¿tomaría otras?
Si lo llevas a patrones de personalidad, se puede generalizar.
Usando como GPS el Eneagrama* para comparar:
Lo que se ve por arriba: El comportamiento observable, las acciones.
La inmensa profundidad: Los pensamientos desde los que se hacen esas acciones.
*Te vendrá bien leer los artículos sobre Eneagrama y uno de los regalos que entrego al suscribirte.
Un nuevo ejemplo, que así se entiende todo mucho mejor.
Si ves a alguien que, es muy tiquismiquis con seguir los procedimientos, hasta la última coma.
Desde fuera dirás: “Es que es perfeccionista”.
Podrías suponer que es un eneatipo 1, con relativamente poco trabajo personal.
Pero, el perfeccionismo no es exclusivo del tipo 1.
Muchos otros eneatipos se pueden comportar así.
Lo que cambia, en cada caso, es el conjunto de motivaciones profundas.
Si pudieras entrar en su cabeza de un patrón 1… la cosa cambia.
También observarías, que esos pensamientos de ser riguroso con lo de fuera, palidecerían con los que tienen hacia sí.
Su autoexigencia.
Una necesidad imperiosa de sentirse sin “pecado”.
El recorrido de todos los eneatipos:
Acciones que marcan comportamiento, frente a la profundidad:
Perfeccionismo. // Auto-exigencia extrema hacia sí.
Adulación y manipulación. // Ansiedad por encontrar amor.
Competir y mentir para destacar. // Jonky absoluto de la valoración.
Querer ser diferente. // Dar sentido a su separación y profunda soledad.
Ser un observador distante. // De no necesitar nada/nadie, no me dañaré/seré dañado.
Duda y recelo. // Visión negativa de todo, al no sentirse preparado nunca.
Planificar estímulos constantemente. // Evasión del dolor y del estancamiento.
Tendencia mandar e invadir. // Autoritarismo opresor para que no me hieran.
Olvido de sí y pachorra // Pereza e indolente por la vida para no ser aplastado.
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