Manu Galán

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12 pasos para desengancharte de la Falacia de la Justicia

En el correo anterior (este) hablé de qué es la falacia de la justicia y de cómo te puede hacer 💩.

Mucho se ha escrito de cómo salir de la falacia de la justicia, y de lo que he leído… tibio, matizable y poco profundo.

No soy de tips (los X pasos para Y), es mejor que busques desde tu consciencia (o aún mejor, que te acompañe con tu caso particular jejeje), pero en ocasiones, le viene bien a mucha gente.

 

—    Manu, ¿lo cuentas o no? Ya veré yo si es mi caso.

OK, vamos allá:

 

Los 12 pasos, sin garantías, no imprescindibles, ni necesarios, que puedes necesitar o no, para desengancharte de la Falacia de la Justicia.

 

1.         Obsérvate, date el espacio de contemplar lo que piensas, sientes y cómo está tu cuerpo.

Ser contigo: la clase completa de último curso de Cartografía haciendo sus prácticas, escudriña en todo lo que captes de ti.

 

2.         Toma consciencia.

Sitúate como el que escucha al que sufre la falacia (meta posición).

Ponerte en un nivel diferente, del que escucha a la parte de ti que se queja.

Y al escuchar, darte cuenta que no eres tú al completo, solo una parte.

 

3.         Fijarte en que te enganchas al juicio (como un político a su cargo).

Porque tener la emoción es una función correcta del cuerpo.

El tomate empieza al no soltarlo, y al elevar la rabia muy por encima de la afrenta, joderte el día (o la vida).

Tener una emoción y dejarla fluir = 👏 Chachi piruli.

No soltar la emoción, reprimir o ignorar la emoción = 💩 y no mola.

 

4.         No es posible que no juzgues.

Huye como alma que lleva el diablo (o como político con tu dinero a Suiza), de cualquiera que te pida eso.

Juzgar vas a juzgar.

Es parte de entender una situación, que te posicionas en qué es mejor para ti.

Otra cosa es, que te enganches al primer tren de pensamiento negativo que te venga y lo llenes (más que en la India), con el resto de otras ideas igual de perjudiciales para ti.

Cuestiónate (pero dicho sin que sea una orden, ya tus sabeeeh).

 

5.         Investiga.

Ahora te toca ser, el arquetipo de detective de la tele, con su gabardina y su lupa.

No te creas con la razón, ni con el único ángulo defendible de la situación.

Ponte en los zapatos del otro.

La justicia es relativa y no lo sabes todo.

Si te pones las orejeras de la ira, solo ves una cara de una situación.

 

6.         Muchas veces el otro está a su bola, mirando su ombligo, y puede que, siendo egoísta, cuando no despistado.

Posiblemente, no haga las cosas “pa’joerte”.  

No leas mentes, no uses bolas de cristal.

No esperes que otros te lean a ti los sesos.

Porque a ti, te molesta cuando te lo hacen, más que si te cuentan el final de tu serie favorita.

 

7.         Razona: que quieras algo, no hace injusto que no lo obtengas.

Si cuando ya no eras bebé, te dieron de todo, tan solo por lloriquear, lo mismo crees que la vida de adulto tiene las mismas reglas.

 

8.         Quita la connotación negativa, a que las cosas no sean como en tus expectativas. O minimízalas, hasta que sean sostenibles.

No es fácil (pero tampoco de ilusos), y es efectivo (además de ser de adultos).

 

9.         Aceptar que las cosas son como son, pese a que no sean como quieras, incluso cuando duele mucho.

Este paso no se da, sin quitar la connotación negativa.

“Esto ha pasado / Esto está siendo así.”

El duelo tiene sus tiempos, espera a que te salga con sinceridad.

 

10.     Busca el equilibrio en las relaciones.

Que en el medio plazo compense. Y de no poder conseguirlo, es mejor que des un paso atrás y rehagas las bases de la relación.

Llega a acuerdos.

Convence, en lugar de creerte con derecho o a que obsesiones con que el otro no cumple.

 

11.     No pidas peras al olmo.

Cada cual es como es.

Evalúa tus relaciones.

Y queda en tu mano si te quedas o te vas (si no, no me busques más. Si te vas yo también me voy, si me das yo también te doy mi amor). Ya te lo decía Enrique Iglesias cuando duele el corazón (y eso que la letra era fácilmente mejorable).

 

12.     Permítete equivocarte y tolera el error del otro (que no la putada, ni la puñalada).

Ni tienes que darle gusto a alguien que te decepcionará, ni ellos a ti por ir montado en esta piedra alrededor del Sol.

 

 

Hay mucha “orden” en estos 12 pasos.

Que lo mismo se te ha quedado el cuerpo como en una cena familiar en Puerto Hurraco.

 

¿Crees que te puede aportar en tu caso?

¿Serías capaz de seguirlos o necesitarías acompañamiento?

Para lo primero, me encantará leer tus resultados. Y para lo segundo, me escribes y hablamos. Para ello:

te suscribes en el cajetín al final del artículo (por política de privacidad y hacer filtro).

me contestas a cualquiera de los emails que te mande.

 

Un abrazo,

Manu

 

PD 1: ¿Te has fijado en los dueños de perros que dejan que se meen en tus tapacubos?

Seguro que son los mismos que no recogen las cacas.

Ufff, voy a volver a leer estos 12 pasos.

 

PD 2: He metido unas cuantas falacias en el texto ¿Las has encontrado? ¿Cuáles son?

Si te animas, con tus ejemplos hago un correo “Especial: Falacias de la Justicia. Los Ejemplos de la Comunidad”.

PD 3: Esto se lo mando a mis suscriptores.

¿Quieres ser de la comunidad y recibir los correos?

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