Espiritualidad para no espirituales. Parte II: ¿Quieres mejorar tu vida? Da las gracias
La GRATITUD es un estado emocional que nos permite vivir con grandeza y abundancia.
Cuando estás en agradecimiento, no hay lugar en ti para el dolor, la queja o la negatividad (compruébalo).
Da la oportunidad de celebración de todo lo que la Vida trae.
Decirle «Gracias a la Vida», es una reconciliación con nuestra existencia, pasado, presente y futuro.
Cuando alguien cumple con algo prometido, le decimos “gracias”, registrando tal cumplimiento, también estamos construyendo la relación con esa persona. No hacerlo puede socavar dicha relación.
En pleno confinamiento me documenté adicionalmente para un programa, con el objetivo de consolidar el agradecimiento como hábito.
Un libro interesante para ello es El Poder de la Gratitud de Marc Reklau.
En él, que da un repaso de los beneficios del agradecimiento y plantea ejercicios para atraerlos al día a día.
Aprendizaje 1:
Se hace menciones a los estudios del Doctor Robert Emmons (autor de El Pequeño Libro de la Gratitud), que realiza junto a su compañero Michael McCullough, ambos de la Universidad de California de Davis.
En sus experimentos se relatan pruebas concretas sobre la salud física y emocional de 3 grupos de personas a las que pidieron que escribieran cada noche antes de acostarse:
un primer grupo escribieron 5 cosas en las que ellos son mejores que otras personas,
los segundos 5 problemas y
por último 5 cosas por las que estaban agradecidos.
Pues bien, las ventajas en la comparativa entre las encuestas de anteriores y posteriores al ensayo fueron demoledores a favor del grupo del agradecimiento. Entre otras fueron:
PARA LA SALUD FÍSICA:
Las personas estaban más sanas.
Mejoraron su presión arterial.
Menores dolores de cabeza.
Mejora de la presión sanguínea.
Mejora de la calidad del sueño.
BENEFICIOS PARA LA SALUD MENTAL:
Se sentían más felices que antes y eran más optimistas.
Disfrutaban más de las experiencias de la vida.
Mejoraron su confianza y resiliencia.
Ofrecían mayor apoyo emocional.
Se sentían más benévolos y compasivos.
Eran más orientados a resultados que antes.
Disminuyó su soledad y se sentían menos aislados.
Aprendizaje 2:
El libro relata un segundo estudio científico, esta vez por el doctor Glen Affleck, de la Universidad de Connecticut.
Va sobre personas que sufrieron un ataque al corazón.
Las que agradecían el hecho como una llamada de atención, tuvieron considerablemente menos reincidencia, respecto las que no.
Destaco esta investigación por la relevancia que ha tenido en mi vida, poner paz en los acontecimientos del pasado.
Aceptar y agradecer todo aquello que ha ocurrido (incluido doloroso y lo muy doloroso), pues ello conforma lo que somos ahora, con nuestro aprendizajes y nuevas fortalezas.
Reconciliarnos con nuestro pasado y sacar aprendizajes, no significa que la responsabilidad se evada.
Significa que puedes mirar adelante sin el peso de un pasado, que te ancla a revivir esa situación constantemente, sin permitirte obtener la vida que deseas.
Melody Beattie dijo que: "La gratitud da sentido a nuestro pasado, trae paz para hoy y crea una visión del mañana".
Me lleva a otros dos grandes pilares mi vida: el PERDÓN (hacia uno mismo, a otros* y a la Vida por los acontecimientos fortuitos) y la CONFIANZA en la Vida (en que todo cobrará sentido, será bueno para mi crecimiento como persona y, por tanto, será de agradecer).
* Ojo con esto de perdonar a otros que tiene matices, te puede situar por encima de otros, si el “desde dónde" lo haces no es sano. Ya escribiré algo sobre ello en el futuro.
Aprendizaje 3:
Otro de los interesantes estudios, fue el realizado sobre 178 monjas de un convento en 1932.
A ellas las pidieron que escribieran sus biografías.
Las clasificaron en cuatro grupos en función de lo positivo que fueran los mismos.
Pues bien, a la edad de 85 años, el 90% de las monjas "más positivas" aún seguían vivas, por un 34% de las de relatos más negativos.
Ahí no queda la cosa, a la edad de 90 años, el 54% de las monjas del primer grupo seguían con sus quehaceres por un 11% de las menos positivas.
Aprendizaje 4:
Ya en 2013, un ensayo dentro del Departamento de Medicina Psicológica de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), pidió a algunos de sus pacientes que participaran escribiendo un diario.
Esto mejoró su el enfoque y redujo el estrés, pero lo más sorprendente es que la velocidad de curación de las heridas mejoró en un 75%.
De estos aprendizajes he sacado:
¡¡¡Hay mucho que agradecer!!!
Entre este ejercicio y otros, hice más de 800 agradecimientos escritos y me parecen pocos.
Estos agradecimientos los hago con las siguientes características:
Están plasmados con una combinación de dibujos (se leen más rápido por las mañanas para iniciar mejor el día) y palabras.
Los hago por escrito, como el diario de los pacientes en Auckland o los ensayos del Dr. Emmons.
Están formulados en positivo: "tengo salud" en lugar de decir "no estoy enfermo".
En la frase: "(gracias por) no estar enfermo", cuando pensamos en la palabra "enfermo" tiene una connotación negativa, que se nos queda en el subconsciente.
Siempre será mejor tener nuestro enfoque en algo que nos traiga felicidad.
Que no perjudiquen a nadie: no agradezco las cosas malas que pasan a otras personas pese a que me beneficie o tenga un conflicto con ellas.
Cosas por las que sienta un agradecimiento sincero.
Si es de "aquella manera" por completar un post-it o aún no siento en el cuerpo el agradecimiento (pese a que en mi cabeza sepa qué debería estarlo), me espero a sentirlo.
Vivimos en un mundo maravilloso, lleno de cosas increíbles a las que tan solo tenemos que prestar atención.
Independientemente que situaciones no sean de tu agrado (el dolor es inevitable en la vida), si podemos ampliar el punto de vista, dirigirlo hacia lo bueno y sintonizar nuestra antena.
El agradecimiento ha cambiado mi vida y siento los beneficios que se relatan, pese a no haberlo medido.
Me conecta con la espiritualidad, hay algo más de lo que se puede apreciar a simple vista y que se mueve por dentro cuando estás agradecido, te expande y eleva.
Este artículo pertenece a la serie de espiritualidad para no espirituales. Puedes leer la primera parte: Las 4 leyes de la aceptación.
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