El guardaespaldas miope de tu zona de confort.
A estas alturas, tendrás empacho de la zona de confort.
¿Verdad?
Toooodo el mundo quiere que salgas.
Da igual las razones.
Pero sal.
Da igual dónde.
Sal.
Sal sin pimienta.
Sal sin sentido.
Sal y compra aquello que te ofrezcan.
Ir (fuera) pa’na es tontería.
¿No crees?
Yo prefiero, a salir de la zona, ampliarla.
Me explico:
La zona de confort, no es, ni más ni menos, que lo que ya dominas.
Ejemplos:
Comer.
Conversar en tu idioma materno.
Llegar a casa desde el super.
¿Qué está fuera de tu zona de confort?
Cosas que no sabes hacer o que son difíciles.
Cocinar al nivel de estrella Michelin.
Hablar en un idioma desconocido.
Orientarte sin ayudas en una ciudad de forasteros.
¿Qué es salir de la zona de confort?
Intentarlo. Así de simple.
Ponerte con una receta top.
Iniciar un curso de idiomas.
Mirar las calles en un navegador.
Y, por fin.
¿Qué es ampliar la zona de confort?
Dominar un escalón o la habilidad entera.
Si sabes freír un huevo, hacer pasta y calentar algo en el “mícro”, ya estás en segundo de cocina para dummies.
Si te sabes defender un poco en ese idioma.
Si localizas las zonas de interés en un mapa, sabrás moverte.
En definitiva:
La competencia a alcanzar está fuera.
Si puede subdividirse, será un grupo de signos “-“.
Cada vez que salgas y domines uno, tu zona crecerá hasta engullir ese “-“ y transformarlo en un “+”.
Por lo tanto, se puede decir que:
Ampliar la zona de confort es: atreverse a hacer lo que no sabes, hasta desarrollar una habilidad.
De igual forma, se deduce que podemos disminuirla.
¿Cómo se puede reducir la zona de confort?
Perdiendo habilidades por falta de práctica o por no atreverse.
Si quemaste la cocina horneando, y ya ni te acuerdas de los azulejos que tenía.
Si lo pasaste tan mal cuando te vacilaron esos guiris, que no volverás a abrir el pico en otro idioma.
Si prefieres que se oriente tu pareja, que “tiene maña para estas cosas”.
Y ahora es cuando hablamos de la Houston y del Costner.
Pero no son como en la peli de hace 30 años.
Si… ufff 30 añazos!!! Mae, como pasa el tiempo.
La Whitney va a representar tu zona de confort.
Y el Kevin va a interpretar el guardaespaldas.
Pero no uno cualquiera, uno miope.
¿Y cómo es un guardaespaldas?
Pues un maromo/a/e que te protege de los peligros.
Que va a impedir te hagan pupita.
Que no va a dejar que te hagas daño.
Que los elementos no te golpeen.
¿Y cómo es un guardaespaldas miope?
El mismo maromo/a/e pero con gafas de culo de vaso.
Una persona miope no ve bien de lejos.
De cerca sí, bien. De lejos malamente.
¿Y cómo te protege viendo así?
Lo hace solo viendo de cerca.
De lejos no, que no ve. De cerca.
Lejos, acontece lo que está por venir.
Cerca, es lo que sucede ahora y tienes a mano.
¿Te pongo los ejemplos de antes?
Te dirá que no cocines, no sea que la prepares (riesgos de corte con cuchillos, quemaduras, electrocución,…). Pero sobre todo te susurrará:
“¿Qué necesidad tienes?
Abre hoy también una lata o pide algo por la app.
Estas cosas no se te dan bien.
A la abuela sí. No heredaste el gen.”
Te advertirá sobre lo bien que estás sin hablar esa mierda de idioma.
“Mira, al final en ese país son todos unos…
Lo menos que te puede pasar es que hagas el ridículo.
Mejor abre el “Insta” que pasas un mejor rato.
Deja eso pa’otros, ahora el móvil lo traduce todo.”
Y te prevendrá de perderte.
“¿Dónde vas alma de cántaro?
Si ni te orientas en el parking de un centro comercial.
Date cuenta que las apps las carga el diablo.
Mejor ni te menees, y ponte “De gualquin dez”.
Como reza el cartel de la peli:
Nunca la pierdas de vista.
Nunca bajes la guardia.
Nunca te enamores.
¿Y por qué parece un carcelero en lugar de un aliado?
El protector de la zona de confort vela porque no sufras peligros.
El consumo de recursos (energéticos o mentales), sin un fin a corto plazo, es amenazante.
Cuanto más inteligente seas, más lo será tu guardaespaldas.
Y este, solo ve lo que está cerca, aquí y ahora.
El problema de nuestro maromo/a/e es que no ve de lejos.
No ve el beneficio de cocinar como la abuela, pero deconstruido y usando vapor de flores secas.
No se da cuenta, que si aprendes el idioma, tienes muchos beneficios.
No es capaz de ver el potencial, de manejarte por esas calles vírgenes a tus ojos.
Todo ello, por ver solo a dos palmos.
Lo que pasará si sale mal.
Lo que cuesta desarrollar el talento.
Y lo sencillo que es quedarse con lo puesto.
El camino es, alimentar tu diálogo interno con otra voz.
Otro personaje que no sale en esta peli.
Uno que te indique los beneficios a largo plazo.
Incluso los perjuicios de quedarte varado (en el muelle de San Blas).
Y no es que Kevin te deje de recitar
(lo bien que estás así,
lo mal que estarás si sale mal y
lo poco hábil que eres en eso),
es que tendrás otra opinión “dentro” para decidir qué escuchas.
Esto de las voces, los beneficios a largo plazo,… da para otras pelis.
De momento cambiamos el cartel del celuloide de:
Nunca la pierdas de vista.
Nunca bajes la guardia.
Nunca te enamores.
Por:
Piérdela de vista, si tiene sentido para ti.
Vivir con cierto grado de incomodidad, desarrolla tus talentos, pero con mucho es traumante.
Enamórate de tus proyectos, pero no te apegues a lograrlos.
Que queda mucho menos glamuroso, y a la vez, está mucho más aterrizado.
Dedicado a Valerio Sepe. Me ha enseñado muchísimas cosas, entre ellas, el germen de esta metáfora.
¿Te ha gustado?
Pues que se note 😜 Te suscribes y se lo cuentas a tus amigos.
De estar fuera: noticia, consejo o reflexión de desarrollo personal que te pierdes.
¿Te gusta la idea? Apúntate.
¿Qué te deja de gustar? Te das de baja.
Suscríbete, no te quedes fuera. Un par de regalos exclusivos te esperan. Uno no, son dos.
¿Quieres saber en qué área de tu vida está la insatisfacción haciéndose fuerte? - Conoce tu situación actual de un solo vistazo.
¿Crees que te entiendes bien con todo el mundo? ¿Y si de paso sirve para el auto-conocimiento? - Aprende sobre los 9 tipos de personalidad, con la que mejorar tus relaciones y encontrar tus propios patrones.